jueves, 23 de diciembre de 2010
Desaparecer.
Me sentía tan bien con el paisaje que coloreabas, tomé la deslumbrante luz del sol y no tuve miedo de nada pero incluso ese resplandor ocultaba una sombra, si yo tuviera esa clase de fuerza... tomaría tu mano, pero entonces... la perdí y fui capáz de exponer la existencia de alguien, de alguien que ni siquiera existía. Depronto regreso a dónde estuvimos juntos apoyándonos por no mojarnos con la lluvia que no se detenía, pero sigue sobre mí incluso hoy sin detenerse, entonces por qué tú si desapareciste...?
Pensando en que volverías, pasó el tiempo... Si caminando pude entrar en lo profundo de tu corazón...¿Por qué detenerme ahora?, me sacudí el hombro y fui capáz de afrontar la verdadera cara de la soledad, soy la causa de todas las lágrimas que corren por tus ojos...
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